Carta abierta del Prof. Rodrigo Rivera por la situación en Venezuela

San Cristóbal, 9 de abril de 2015

Queridos amigos:

El mundo académico debe conocer el brutal ataque de que fue objeto la Universidad Católica del Táchira por las fuerzas policiales, a las 6.45 pm, de hoy 8 de abril. Hubo un ataque indiscriminado y muy violento. Fueron lanzadas cientos de bombas lacrimógenas dentro del recinto universitario, en algunas aulas en que se dictaba clase lanzaron bombas por las ventanas. Personas asmáticas padecieron ahogo, personalmente fui  objeto de ataque de ahogo y fui auxiliado por estudiantes y me prestaron primeros auxilios; pero vi a personas que rodaron por las gradas de las escaleras debido al pánico que se produjo por ese brutal ataque, personas lesionadas al golpearse (fracturas y desgarros), mujeres embarazadas sufrieron caídas y ahogos por los gases, algunos asmáticos sufrieron serios problemas respiratorios. 

En la Universidad había actividades normales de clases y exámenes, solo había una treintena de chicos que protestaba en las afueras de la Universidad que podían ser controlados fácilmente por las fuerzas policiales, que en número superaban los doscientos efectivos. No nos explicamos porque ese ataque inhumano contra toda la Universidad. ¿Qué se busca con esto? ¿Por qué y quién dio la orden de realizar tan despiadado ataque? Algunos estudiantes y profesores han afirmado que muchos de los chicos de protesta no son de la Universidad. Personalmente, vi cuando la policía protegía a dos enmascarados y les señalaba la ruta para que se fueran. Eso deja dudas, y se piensa que el gobierno infiltra gente de sus colectivos para provocar este caos y justificar la represión.

Después de una hora de ataque y que veíamos que había gente lesionada y que el ambiente era irrespirable, unos profesores decidimos abrir la puerta principal y con  pañuelos blancos  nos asomamos y pedimos hablar con un oficial,  nos acompañó también una monja y les dijimos a los oficiales la problemática que había y señalamos la conveniencia en abandonar la universidad y sacar primero a las personas lesionadas.  Después de ir saliendo los estudiantes en forma ordenada, y que efectivamente no estaban en las protestas, calles más abajo fueron objeto de nuevos ataques a mansalva. Reclamamos al oficial que había autorizado la salida, no obstante fuimos objeto de amenazas por otros efectivos, y finalmente dio la orden de cese y se pudo salir. 

He conocido en mi Patria muchos sucesos, en mis tiempos de estudiante fui dirigente del movimiento estudiantil, y nunca había visto ni padecido un ataque tan infame, brutal e indiscriminado.

Nuestras Universidades viven en zozobra permanente por la represión policial. El oficialismo no quiere disidencia y por eso no sólo quiere ahogar a la Universidad libre a través del recorte del presupuesto, sino que  somete a los estudiantes y profesorado a una atroz represión.

Que se sepa lo que sucede en mi país. En Facebook publiqué lo sucedido como denuncia pública.

Exigimos que cese esta brutalidad, exigimos que se respete el recinto universitario, exigimos que los responsables del ataque del 8 de abril a la Comunidad universitaria de la Católica del Táchira sean enjuiciados.

Saludos con afecto

Rodrigo Rivera Morales